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Tratamientos principales de los trastornos del sueño
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Cuando una persona acude a un profesional por sufrir algún trastorno del sueño, comienza un proceso cuyo inicio consiste en diagnosticar el problema concreto, las áreas afectadas y su causa más probable. A partir de ese momento se establecerá un tratamiento para solucionar el problema o disminuir su influencia sobre la salud y la calidad de vida. En la entrada de hoy se van a presentar algunos de los grupos de tratamientos más comunes.

Por supuesto, en la práctica se encuentran muchos tratamientos que son específicos de un trastorno concreto o para unas condiciones muy específicas. En esta entrada, por una cuestión de espacio no se recogerán todos ellos, ni la forma completa de aplicación si no un breve resumen de los principales tipos de tratamientos psicológicos. En este caso no se mencionarán los diferentes fármacos o terapias que implican intervención médica o de equipo médico específico, como la terapia lumínica.


Higiene del sueño

En primer lugar, uno de los tratamientos más comunes y que se aplica en multitud de trastornos es la higiene del sueño. Ya se ha presentado anteriormente en este blog algunas ideas sobre esta modalidad de tratamiento. Básicamente, consiste en incorporar a los hábitos de vida, especialmente a los que se producen en las horas cercanas al sueño o para irse a la cama, una serie de recomendaciones diseñadas para mejorar el sueño. Algunos ejemplos son el realizar ejercicio durante el día pero no en las dos o tres horas anteriores a ir a la cama, no realizar cenas abundantes o cargadas de hidratos, no llevar dispositivos electrónicos al cuarto, etc.

El dormitorio: un lugar reservado para el sueño

Paralelamente a la higiene del sueño, es habitual realizar una intervención para el control de estímulos que consiste en indicaciones cuyo fin es que se vincule el dormitorio al lugar donde dormir para que se regulen los ritmos biológicos del sueño a una misma hora. En este caso, el realizar una correcta higiene del sueño ayuda a fijar esta relación entre hora, cuarto y tiempo de sueño. Además de ello, es conveniente ser constantes en la hora de acceder al cuarto a dormir, no realizar actividades de ocio en el cuarto, no mantenerse en la cama si uno no puede dormir o si comienza a pensar en los problemas del día a día y nota que se está activando como consecuencia de esto, levantase a una hora similar todos los días, etc.

Relájate antes de dormir

En aquellos casos donde las preocupaciones y la sensación de estrés o ansiedad son las que están dificultando el sueño, las técnicas de relajación y respiración ayudan a bajar la sensación física de malestar y facilitarán llegar a dormir. De forma complementaria se puede aplicar algún tipo de terapia cognitiva cuyo fin es eliminar la hipervigilancia y la obsesión con quedarse dormidos que, a menudo, se da en aquellas personas a las que les cuesta conciliar el sueño. Para ello, se ajustan las expectativas y creencias que la persona tiene sobre lo que es normal o no y se eliminan aquellos pensamientos intrusivos que aumentan su activación al no conciliar el sueño.

Tiempo de sueño y despertares

Por último, existen diversas intervenciones que se basan en el control del tiempo de sueño y los despertares. De esta forma encontramos desde despertares programados a restringir un número concreto de horas de sueño. Por ejemplo, en algunos tipos de insomnio se establece que la persona únicamente puede pasar en el cama ocho horas al día, independientemente de que no hay dormido todas las horas de la noche. En muchos casos, estos procedimientos de despertar o de fijar unas horas concretas de tiempo en cama permiten regular los ritmos biológicos del sueño y ayudan a solucionar los trastornos del sueño.
Pese a que se haya presentado de forma independiente cada familia de tratamientos  lo más habitual es que una intervención incluya varios de ellos simultáneamente. De esta forma la eficacia puede mejorar, aumentando las posibilidades de que la persona recupere un correcto sueño.
Alejandro GuillénAlejandro Guillén Riquelme, es Doctor en Psicología por la Universidad de Granada. En la actualidad es investigador en el Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la Universidad de Granada. En este centro es responsable del Laboratorio del Sueño y Promoción de la Salud. Durante su formación ha realizado el Máster de Diseños de Investigación y Aplicaciones en Psicología y Salud, así como varios cursos sobre metodología, estadística e investigación. A lo largo de su carrera destaca el estudio de la evaluación de la ansiedad, siendo coautor de la adaptación española del STAI, el séptimo cuestionario más empleado en España. Ha participado en cinco proyectos de investigación y ha publicado 30 artículos (27 de los cuales en revistas indexadas en el Journal Citation Reports).

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