Según las últimas investigaciones y campañas de seguridad vial la somnolencia al volante continúa siendo un factor de riesgo significativo en accidentes de tráfico, tanto en España como a nivel internacional, y suele estar relacionada con otros factores de riesgo como la conducción nocturna, los viajes largos, el consumo de alcohol o medicamentos y la falta de descanso.

En LoMonaco, nos preocupamos por tu seguridad y bienestar. Por eso, te ofrecemos estos consejos prácticos para prevenir la fatiga al volante:

Antes del viaje

Descansar entre 7 y 8 horas: esta medida previene la somnolencia diurna. Dormir una pequeña siesta de 30 minutos antes de salir, si se prevé el desplazamiento para la segunda parte del día. Una práctica común y poco recomendable es viajar tras salir de trabajar, pues genera un bucle de 12 a 14 horas sin dormir en el que la fatiga es inevitable.

Desayunos saludables: el día del viaje se deben desayunar alimentos revitalizantes. Un lácteo, que nos proporcione proteínas y calcio, cereales, que añaden a nuestra dieta hidratos de carbono y una pieza de fruta harán que estemos bien preparados para conducir con energía.

Durante el viaje

Hora para emprender el viaje: Entre las 13 y las 16 horas el cuerpo humano está predispuesto a disfrutar de un periodo de sueño, por eso elegir las horas centrales del día para comenzar el viaje no es una buena opción.

Descansar cada dos horas o cada 200kms. Conviene entonces bajar del vehículo, estirar las piernas una media hora, beber alguna bebida refrescante sin gas y tomar un tentempié.

Signos de somnolencia: conviene conocerlos para poder reconocerlos, y son picor de ojos, necesidad de moverse en el asiento, dificultad para fijar la mirada, zumbidos… Una reacción frecuente del conductor que los padece es ir más rápido para llegar antes y así evitarlos, pero esto es un error. En su lugar se debe interrumpir la conducción al más mínimo indicio y tomar una pequeña siesta o turnar al conductor si hay posibilidad de ello.

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