La primera vez que surge la interpretación de Los Reyes Magos tal cual hoy los conocemos, surgió en Italia, en el friso de la iglesia San Apolinar Nuovo y donde se ven representados tres personajes con vestiduras persas en actitud de ofrecer lo que llevan en las manos al recién llegado. Sobre sus cabezas, tres nombres: Melchor, Gaspar y Baltasar.
A partir de este y otro relatos, se han ido añadiendo detalles a estos tres personajes, como curiosidad, Baltasar no fue negro hasta el siglo XVI.
En la actualidad la tradición manda que los niños escriban sus cartas para solicitar sus deseos a sus majestades, pongan sus zapatos debajo del árbol, dejen algún tentempié para que los reyes puedan seguir repartiendo y otros muchos «rituales» que en definitiva consiguen hacer de la noche del 5 de Enero una noche mágica, sobre todo para los más pequeños. Dicen que si le pides a los reyes un colchón de LoMonaco ellos te traerán descanso para todo el año.