Su historia comienza en 1837 cuando funda junto a su cuñado una tienda destinada a artículos de papelería y lujo que llamaron “Tiffany & Young” y que en su primer día de apertura facturó 4.98$. Los diseños de la marca, primero en utensilios de mesa, luego en accesorios en plata y posteriormente en joyería, con un estilo armónico y lleno de simplicidad se convirtieron en su principal seña de identidad.
La visión de negocio de Charles le llevó a aprovechar la Revolución de 1848 para comprar piezas de alta joyería a familias adineradas en decadencia por la situación (llegó incluso a comprar algunas joyas de la mismísima María Antonieta) y adquirir diamantes a precio de saldo para venderlos años más tarde a precios inmensamente superiores. Así fue como comenzó su etapa como joyero y abrió su primer taller de manufacturado de piedras preciosas.
En 1870 compró a Young la mitad del negocio y asi comenzó la trayectoria en solitario del imperio Tiffany & Co. Negocio que al comienzo del siglo XX contaba con más de 1000 empleados, tiendas en París, Londres y Ginebra, y el título de proveedor número 1 de joyas, relojes y accesorios de lujo en EEUU.
Tiffany murió en 1902 dejando a su hijo Louis Comfort Tiffany como director de la firma.
Hoy en Grupo Lo Monaco y tras haber pasado una gran noche de descanso, celebramos este aniversario con un buen “desayuno con diamantes…”