Dirigida por Francis Ford Coppola y protagonizada por un reparto de lujo (Gary Oldman en el papel del conde, Anthony Hopkins como Van Helsing, un joven Keanu Reeves daba vida a Jonathan Harker y Winona Rider interpretando a Mina Murray, entre otros grandes) contaba la historia de un conde llamado Drácula, al que el abogado Harker visita en su fortaleza de Transilvania para que le firme los documentos que finalizaban la compra de unos terrenos londinenses. Cuando Drácula descubre que la prometida de Harker (Mina) es la reencarnación de su amada Elisabeta muerta 4 siglos antes, pone todo tipo de trabas al abogado y utiliza todo tipo de artimañas para enamorarla. La historia se sucede en un escenario cargado de tópicos del cine de terror, carruajes, niebla, penumbra, animales nocturnos, presencia omnipotente del color rojo… pero magistralmente utilizados y consiguiendo una estética final nunca antes vista.
Por supuesto, es destacable la excelente banda sonora del filme (compuesta por el polaco Wojciech Kilar) y con un tema principal compuesto e interpretado por Annie Lennox llamado “Llove song for a vampire”
Hoy, los cinéfilos de Grupo Lo Monaco y amantes de esta obra hemos caído rendidos a los encantos del Príncipe Vlad al descubrir que ha cambiado su lecho de tierra en las profundidades del castillo por un Nuevo Triple que parece ser, le otorga el descanso que todo vampiro necesita…