No podemos olvidarnos de que el descanso es uno de los pilares de nuestro bienestar y que las vacaciones deberían servirnos para relajarnos y recuperar así las fuerzas necesarias para afrontar la vuelta a la «normalidad». A continuación, te damos varios consejos para que lo anterior no se vuelva una tarea imposible.
Mantén una rutina de descanso
En verano alteramos los horarios y los hábitos, modificando nuestra rutina de sueño.
CONSEJO: aunque sea más tarde, intenta ir a la cama a la misma hora todos los días.
Sol, sol y más sol
A más horas de luz, puede llegar a alterarse la producción de la melatonina (la hormona que ayuda a conciliar y mantener el sueño).
CONSEJO: evita tomar el sol en las horas finales del día.
El ruido afecta a nuestro descanso
Dormimos con las ventanas abiertas y los ruidos de la calle pueden alterar nuestro descanso.
CONSEJO: una solución podría ser «mudarnos» a zonas de la casa más aisladas de los ruidos exteriores
Alcohol
Frecuentar el chiringuito nos gusta, pero ingerir más alcohol de la cuenta puede alterar nuestro descanso y cargarlo de incómodos microdespertares.
CONSEJO: limita el consumo a dos cervecitas antes de dormir, para que tu descanso no sufra.